Desconectar de la tecnología para seguir siendo un poco humanos!

¿Por qué es tan importante desconectar de la tecnología?

Porque, cuando estamos frente a una pantalla, renunciamos a nuestra libertad y permitimos que nos roboticen. Básicamente, estamos haciendo el ridículo.

Los países industrializados dicen que vivimos en una democracia, pero es todo mentira. El gobierno y la prensa están controlados por organizaciones internas que dominan todo el sistema de un país, y estamos caminando hacia el control total de una nación.

Existen diversas teorías sobre el origen y el impacto de COVID-19. Algunos afirman que la pandemia no es más que una epidemia ordinaria, como muchas otras que se han producido a lo largo de la historia de la humanidad, mientras que otros defienden la idea de que el virus puede haber sido creado en un laboratorio como parte de un plan más amplio para controlar o incluso «robotizar» a la población. Aunque las teorías sobre el origen del virus son ampliamente debatidas, la comunidad científica aún no ha encontrado pruebas concluyentes que respalden estas especulaciones. Lo que es innegable es que la pandemia ha tenido profundas repercusiones mundiales y económicas, obligando a desarrollar medios y técnicas para domesticar a la población.🤔

Toda la población está bajo escucha telefónica. Todos sabemos que los teléfonos móviles y los ordenadores tienen grabadores de audio, de la misma forma que tienen acceso a toda nuestra información. Obviamente, no están interesados en nuestra vida privada, ni en controlar delincuentes o contribuir a nuestra seguridad.

Lo único que les importa es recopilar información útil para construir grandes marcas y empresas gigantescas que dominarán el mundo. Cada uno de nosotros es solo un número contable y estadístico.

Los políticos no son más que marionetas, ya que tienen organizaciones detrás que escriben los discursos que pronuncian, eligen sus atuendos y guían sus comportamientos.

Como estamos siendo controlados por las redes sociales e internet, es evidente que nuestra opinión está manipulada, al igual que nuestros comportamientos y decisiones de compra.

Todo está informatizado, y los expertos están enfocados en formas de robotizar al ser humano.

Bienvenidos al futuro, donde, consciente o inconscientemente, permitimos que nos roboticen. No podemos escapar completamente de esta realidad porque vivimos en sociedad.

Sin embargo, podemos cambiar algo en nuestras vidas. Podemos educar a las nuevas generaciones para que hagan un uso más consciente de la tecnología y se conecten más con la naturaleza y con las personas que nos rodean, para que podamos seguir siendo un poco humanos.

Desconectar de la tecnología y reconectar con la naturaleza y con nosotros mismos es más que una pausa; es un acto de renovación.

Cuando dejamos de lado las distracciones digitales, abrimos espacio para el silencio, el autoconocimiento y una conexión profunda con el mundo que nos rodea. Caminar descalzo sobre la tierra, sentir el calor del sol en la piel, escuchar el sonido del viento entre los árboles... Estas pequeñas experiencias pueden traernos una paz que ninguna pantalla puede ofrecer. Al final, es en la simplicidad de la naturaleza donde encontramos la esencia de lo que realmente importa.

Permítete desconectar, respirar profundamente y redescubrir la belleza de estar presente en el momento.